martes, 5 de junio de 2007

Desarrollo del arte romanico

Desde el siglo VIII, una serie de acontecimientos históricos posibilitaron la renovación y expansión de la cultura europea: la subida al trono de Francia de los Capetos, la consolidación y difusión del cristianismo, el inicio de la Reconquista en la Península Ibérica y, fundamentalmente, el nacimiento de las lenguas románicas, son los hitos que marcaron este resurgimiento.

Sin embargo, el arte no alcanzaría una formulación coherente hasta alrededor del año 1000, cuando una expansión generalizada en los ámbitos económico y cultural propiciaron un importante crecimiento demográfico en las sociedades occidentales, roturándose nuevas tierras y abriéndose antiguas rutas de comercio, que posibilitaran los caminos de peregrinación.

Toda Europa se vio invadida por una auténtica fiebre constructiva; se había conseguido formular un arte capaz de representar a toda la Cristiandad: el Románico.


Porta Speciosa del Monasterio de Leyre, Navarra, EspañaEl término románico, como concepto que define un estilo artístico, fue utilizado por primera vez en 1820 por De Grebille, considerando con este término todo el arte que se realiza anterior al estilo gótico desde la caída del Imperio Romano; y por analogía al término ya conocido de lenguas románicas, el arte románico sucedía al arte antiguo tal y como las lenguas románicas eran las sucesoras del latín.

Posteriormente, la acepción de arte románico se fue restringiendo y pasó a designar el arte desarrollado en Occidente entre los siglos XI y XII, aunque todavía hoy siguen las controversias para determinar con exactitud la amplitud de espacio y tiempo que abarca este estilo.

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